Todos y cada uno de nosotros nos hemos sobresaltado durante esta semana con ese tan cacareado informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el riesgo cancerígeno de los productos cárnicos procesados y de las carnes rojas… que tan de lleno afecta al sector vacuno.
Lo cierto es que las noticias que difunden el miedo sobre la población siempre encuentran una amplia acogida en los medios de comunicación tradicionales. Hubo miedo por el ‘efecto 2000’ que iba a acabar con la informática y, de paso, con la vida tal y como la conocemos en este planeta. Hubo miedo con la gripe A y en España se compraron millones de dosis de vacunas que llevarán años en algún almacén. Hubo miedo contra los pepinos españoles en Alemania por una infección de ‘E. coli’, de la que al final no tenía ninguna culpa la hortaliza hispana. Ahora le toca a la carne.
Los miedos con las cosas de comer son especialmente efectivos. Si uno está atento, cada poco sale un informe que alerta de algo… y también de lo contrario. Muchas veces depende de la empresa que financie el informe. Ha pasado con el pescado azul, con el chocolate, con la leche y sus supuestos efectos sobre el colesterol y ahora con la carne, que tanto se vio afectada también en el vacuno por la ‘crisis de las vacas locas’.
‘Y ahora, ¿qué comemos?’, habría que preguntarle a la OMS, después de tantas prohibiciones en el pasado. Lo cierto es que desde Living las Vacas te animamos a que sigas comiendo de todo. Siempre de forma equilibrada y con moderación, sin atracones. Pero de todo. La carne es fundamental por su aporte de proteínas, además de vitaminas y minerales. Igual que la leche, la mejor fuente de calcio, fósforo y magnesio. Disfrutemos de los productos del vacuno.
